El ozono es un potente oxidante y constituye un eficaz y económico procedimiento de limpieza respetuoso con el medio ambiente. Es el desinfectante y esterilizante natural más potente que existe, usado desde hace décadas, superando a la lejía u otros productos dorados, por sus propiedades fungicidas. Por ello, estudios científicos demuestran que elimina más del 99% de los virus en pocos minutos en espacios de 80 m2 a 180 m2.
La efectividad de cada molécula de ozono (O3), compuesta por tres átomos de oxígeno, hace que los tratamientos de ozonización abaraten los costes y existen el uso de productos químicos, logrando una limpieza de mayor profundidad y segura.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce al ozono como el
desinfectante más eficiente contra todo tipo de microorganismos.
Según decía Louis Pasteur: “El ozono al contacto con el aire quema los microbios y toxinas, por lo que previene la mayoría de nuestras enfermedades”.
Los hay de diferentes potencias dependiendo de la superficie a limpiar y de su tamaño en m2. Por lo que no representa riesgo alguno para la salud, ni para el medio ambiente, y siempre que se haga un uso adecuado del equipo y se sigan las recomendaciones del profesional. Los hay para diferentes necesidades, sobre todo dependiendo de la superficie a limpiar y de su tamaño en m2, además de poder incorporarles diferentes accesorios para otros usos de desinfección, como el textil.